Este semestre estoy tomando una clase de arquitectura.
Tenemos una tarea: elegir un edificio cercano y explicarlo usando los métodos de construcción que aprendimos esta vez.
¿Por qué estoy siquiera tomando una clase de arquitectura?
Mientras estudiaba acústica, alguna vez pensé en aprender también acústica arquitectónica, pero ese tipo de programas solo existe en los másteres de arquitectura, y para entrar a un máster necesitas obligatoriamente una licenciatura en arquitectura. … Así que pensé en tomar primero una clase de arquitectura, y si me gusta, terminar mi grado en informática y luego intentar arquitectura también.
Pero en cuanto escuché el contenido de la tarea, pensé: “Hmm… ahora mismo no hay nada especialmente interesante a mi alrededor(solo apartamentos)… Cuando vivía en Francia, había tantos edificios fascinantes…” Así que le pregunté a la profesora si podía usar fotos que había tomado antes, y me dijo que sí.
La casa en la que vivía en Francia fue construida nada menos que en 1877…!
Y en el camino al conservatorio había incluso una catedral medieval…!
La profesora dijo que estaba bien siempre que las fotos fueran tomadas por mí, así que abrí Google Drive y empecé a revisar mis álbumes de la época en que estudiaba en Francia…
Pero claro, en vez de buscar tranquilamente fotos de edificios, terminé hundido en la nostalgia.
Mientras revisaba el álbum, encontré unos videos míos tocando el piano, y pensé: “¿Oh? ¿No está tan mal?” Así que los subí a YouTube Shorts.
Pero con 500 reproducciones y solo 1 “me gusta”… la falta de reacción me dolió tanto que lo borré enseguida. (Sí… de hecho, esta es una de las razones por las que dejé el piano. A nadie le han gustado mis interpretaciones.)
Después subí otro Short: un video de mi interpretación de *Rhapsody in Blue* de Gershwin, donde yo mismo compuse la cadencia. Pero tampoco tuvo reacción alguna. Aunque como este video no es solo una interpretación normal, sino algo que yo creé, la falta de respuesta no me hirió tanto y lo dejé publicado.
Pero… no sé… empecé a ponerme ansioso.
Cuando no hacía nada, al menos podía soñar con que “si intento algo, seguro recibiré alguna reacción”. Pero cuando empecé a intentarlo de verdad, de repente me di cuenta: “Cierto… nunca he sido una persona popular en mi vida. La popularidad que nunca tuve no va a aparecer de repente ahora…” Y esa realización me recorrió la espalda con un escalofrío.
Quiero ser una estrella.