Welcome

Bug Loop — Un desarrollador centrado en los libros electrónicos

Cuando estudiaba en Francia, siempre que se acercaban los exámenes me ponía ansioso y buscaba materiales adicionales fuera de clase. En aquella época, lo que me atrapó por completo fueron los libros electrónicos. Comprar un e-book relacionado con el examen y colocarlo en la biblioteca de mi aplicación de lectura me hacía sentir como si hubiera ganado un aliado firme en la vida. Me gustaba que no fueran explicaciones de origen desconocido flotando por Internet, sino textos que alguien había escrito en soledad, poniendo su propio nombre. Y también me resultaba curiosamente reconfortante la sensación de que, dentro de un dispositivo tan pequeño como un teléfono, existían relaciones entre muchas personas y yo — algunas muy cercanas a mi mundo interior y otras un poco más distantes. En ciertos libros de idiomas o de música se aprovechaban funciones exclusivas de los e-books, como ejemplos de audio insertados en medio del texto. Al ver eso, soñé: “Quizá algún día yo también pueda escribir un libro de acompañamiento de piano así.”

Después de regresar a Corea, la razón por la que revivió mi amor por los e-books no fue precisamente feliz. Mi madre, que padece coroideremia — una rara enfermedad hereditaria de la retina — y que se suponía que permanecería como portadora sin síntomas por ser mujer, vio cómo su enfermedad progresaba rápidamente en los años que estuve en el extranjero. Llegó a desarrollar metamorfopsia, que hace que el mundo se vea ondulado y distorsionado. Antes solía leer muchos libros prestados de la biblioteca, pero ahora decía que no podía leer porque “todo le daba vueltas.” Yo también tengo discapacidad visual, pero aún conservo pequeñas zonas de visión nítida que me permiten leer texto impreso, así que no me había dado cuenta de que los libros podrían no ser accesibles para todos. Con ese descubrimiento, decidí presentarle a mi madre los audiolibros.

Hay muchas razones por las que los videos de YouTube resultan entretenidos, y una de ellas es que ofrecen muchos elementos que ayudan al espectador a “estructurar” internamente la información. Los cortes de edición, los subtítulos, los efectos de sonido, la música de fondo, los comentarios… todo ello reduce drásticamente la energía mental necesaria para comprender el contenido. En cambio, los libros pueden ser difíciles de seguir si el lector no posee una “imaginación diligente”, alimentada por experiencias similares o por el deseo de vivir nuevas experiencias.

Tal vez los libros electrónicos puedan convertirse en un medio que preserve las virtudes del libro tradicional y, al mismo tiempo, llegue a personas que, por distintas razones, tienen dificultades para sumergirse en el texto impreso. Siento que existe un territorio aún inexplorado propio de los e-books, mucho más allá de una simple digitalización del papel. Por eso decidí explorar su potencial con más afecto y curiosidad que nadie. Este blog es un registro de la exploración de ese valor.

Series en curso

Entradas recientes

Mac no busca: cómo reindexar Spotlight y dónde guarda su índice
Últimamente mi Mac no dejaba de trabarse: el famoso círculo de colores aparecía una y otra vez, la pantalla se congelaba...